La mutilación femenina es una tradición muy arraigada en Tanzania.
Esta cruel costumbre que finaliza con el casamiento de las niñas, se produce a una edad muy temprana, próxima a los 10-12 años, edad a la que las niñas se ven obligadas a dejar sus colegios, para dedicarse a las labores como esposa.
Ofrecer educación es fundamental para estas niñas y empezar a educar desde una edad muy temprana en la igualdad a niños y niñas y, en la medida de lo posible, a padres y madres.